martes, 1 de diciembre de 2015

VINIFICACION

Convertir las uvas en vino es un proceso que se divide en tres etapas generales: prefermentativa, fermentativa y post fermentativa. Más específicamente, encontraríamos las operaciones mecánicas del tratamiento de las uvas, la corrección de los mostos, el encubado, la separación del vino y, finalmente, las fermentaciones finales. 
 
Históricamente la vinificación ha sido un proceso heterogéneo, que variaba según las zonas en las que se realizaba o el tipo de vino que se quería obtener. En la actualidad este proceso, tanto en las vinificaciones en blanco, rosado, clarete o tinto, se va estandarizando y camina hacia una vinificación mucho más homogénea. 

EL VINO BLANCO 
En la vinificación para transformar la uva en vino blanco, el primer proceso es el de prensado, en el que se extrae el mosto ejerciendo presión sobre las uvas.   
Una vez conseguido el mosto, la siguiente operación se denomina desfangado y trata de limpiar el mosto para que éste quede más fresco y ligero. Esto hay que realizarlo antes de que empiece la fermentación. 
Si resulta necesario, se prosigue con la corrección de la vendimia para modificar el color del mosto mediante una aireación intensa y el uso del carbón vegetal para decolorarlo. 
El siguiente paso es colocarlo en depósitos o barricas de madera, en un proceso que se conoce como encubado. A continuación se realiza  la fermentación, realizada a bajas temperaturas para así desdoblar los azúcares en alcohol. Si se quiere conseguir un vino blanco seco, la fermentación se realiza de forma espontánea, en otros casos, es necesario interrumpirla por distintos métodos como el calentamiento o enfriamiento.
 
Las dos últimas etapas son las de descube, justo acabada la fermentación, que consiste en separar el vino de otras materias sólidas y finalmente el trasiego, trasvasarlo de un depósito a otro decantándolo. 

VINO ROSADO 
En los vinos rosados el proceso de vinificación es muy parecido al de los vinos blancos. Para su elaboración se utilizan uvas blancas y tintas, pero para su coloración estas últimas resultan imprescindibles. El primer paso consiste en la colocación de las uvas en un escurrido estático. El volumen de las uvas aplasta la vendimia y aparece así el mosto coloreado, que fermenta al cabo de unas horas. A partir de ahí, sigue los mismos procesos que el vino blanco.

VINO TINTO 
En los vinos tintos se utilizan preferentemente uvas tintas, porque su piel es básica para que el proceso de coloración del vino resulte adecuado.
Este proceso de vinificación se puede hacer de dos maneras, la más habitual es el método industrial o de bodega y la otra es el método clásico también conocido como de maceración carbónica. 
En el método industrial los racimos son trasladados a unos depósitos y de allí pasan a una estrujadora-despalilladora para prensar la uva. Los frutos y el mosto aún enteros se trasladan después a través de una tubería a unos grandes depósitos de fermentación.   
Cuando finaliza esta fermentación se extrae por la parte inferior del depósito el denominado vino de yema y se trasiega a unos depósitos distintos donde se tendrá que decantar para eliminar los sedimentos. 
Finalmente se procede a la segunda fermentación llamada maloláctica que se realiza con ayuda de calor para bloquear las bacterias lácticas. Estas bacterias desencadenan la fermentación del ácido málico que se transforma en ácido láctico y carbónico. El ácido láctico es un factor importante en el acabado de los vinos tintos. 
Si el vino se utiliza para el consumo inmediato, los procesos que se siguen son muy parecidos a los de los rosados y blancos: desfangado, trasiego, clarificado, filtrado, etc. 

VINO ESPUMOSO 
Los vinos espumosos tienen en común un alto contenido de gas carbónico, que se obtiene de manera natural mediante una segunda fermentación. También se puede obtener de manera artificial, pero esto se da en la minoría de los casos.
El Cava es como se conoce en nuestro país al vino espumoso. Un tipo de vino que se elabora hace más de cien años, en la región del Penedés preferentemente, y cuya diferencia respecto al champán francés es el tipo de uva que permiten sus respectivos consejos reguladores. 
Para conseguir un buen Cava es imprescindible un buen vino, con una acidez de entre 7 y 8 gramos. El embotellado se realiza en las tradicionales botellas de color verde oscuro para protegerlo de la luz solar y de vidrio muy grueso para soportar las atmósferas de presión que se originan en su interior. Al vino se le añade azúcar y levadura para que se produzca la segunda fermentación. 
Una vez tapadas las botellas se colocan acostadas y apiladas y se dejan reposar un mínimo de nueve meses para conseguir la autorización de denominarlo Cava. El Cava Gran Reserva, por ejemplo, necesita treinta meses para tener esta denominación. 
Durante este tiempo que el vino está en reposo o “en rima”, como se le conoce en el argot vinícola, se produce la segunda fermentación dentro de la botella. En este proceso los residuos se acumularán en un lado de la botella. Lo siguiente es trasladar estos residuos a pupitres inclinados con el objetivo de acumular los residuos al borde del tapón. 
Acto seguido se procede al degüelle congelando el cuello de la botella donde están los residuos y al extraer el tapón el gas carbónico que contiene el Cava hace que salga despedido llevándose consigo las impurezas. 
Con esto la botella pierde líquido que se recupera con el llamado licor de expedición que no es más que una mezcla de brandy, vino y azúcar en la proporción que cada cavista considere oportuno. En esta mezcla se define el sabor de cada Cava. Por último las botellas pasan por el tren de tapado para colocar un tapón de corcho con cuatro puntas en la parte interior como signo de distinción y el alambre, también conocido como morrión, para sujetarlo.





10 CURIOSIDADES DEL VINO 

1. La botella más grande del vino está en China y mide 4.5 metros de altura, los que retienen más de 1800 litros de tan preciada bebida.

2. Para hacer una botella de vino, se necesitan un kilo de uvas

3. Francia es el productor número uno de vino en el mundo, seguido de España e Italia.

4. El país que más vino bebe es Francia, con consumo de 50 litros por año por persona (una botella por semana).

5. Una copa de vino blanco promedio contiene 100 calorías, meintras que el tinto posee 100 más.

6. Los vinos se clasifican según el color, su añejamiento, su presión de gases disueltos, de acuerdo a la proporción de azúcares, por denominación; por mencionar las más importantes.

7. El vino mejor pagado de la historia costó 75 mil libras esterlinas y se trata de una reliquia de un Chateau Yquem de 1811, aunque en Dubai han vendido botellas de vino hasta en 195 mil dólares. 

8. La botella más antigua de vino fue encontrada en 1867 y fue enterrada en una tumba de un noble romano, cerca de Alemania. La botella de cristal fue encontrada en la I Guerra Mundial por los soldados del Káiser.

9. La producción de vino data de 8 mil años antes de Cristo en la región de Medio Oriente.

10. Los corchos se emplean desde el siglo XVIII para asegurar la textura y la vida del vino.

CLASIFICACIONES DE LOS VINOS

1.- Clasificación General: es la más usada y la más importante. Clasifica a los vinos según su forma de elaboración, abarcando todos los tipos posibles.
2.- Clasificación por Edad: basada en diferenciar los vinos por sus periodos de reposo en bodega antes de salir al mercado.
3.- Clasificación por Dulzor: el contenido en azúcares del vino determina su encuadramiento. Es usual en vinos generosos y espumosos.
1.- Clasificación General:
a) Vinos tranquilos:
Su contenido alcohólico oscila entre un mínimo de 8,5º y un máximo de 14.5º. Generalmente son secos. Su proceso de elaboración guarda muchas características comunes. Por su importancia a nivel de consumo mundial de vinos, definiremos los tres tipos de vinos tranquilos:
  • BLANCO.- Es el obtenido a partir de uvas blancas. Aunque es poco frecuente, también puede ser obtenido a partir de uvas tintas de pulpa no coloreada a las que se les separa el hollejo (piel de la uva, parte externa, cubierta).
  • TINTO.- Es el obtenido a partir de uvas tintas a las que no se les ha separado los hollejos.
  • ROSADO.- Es el obtenido a partir de uvas tintas a las que se les ha separado parcialmente los hollejos. También puede provenir de mezcla de uvas blancas y tintas.
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b) Vinos especiales:
  • GENEROSOS: Son los vinos secos, abocados o dulces producidos con variedades selectas de uvas, que, siguiendo normas tradicionales o particulares (incluyendo la adicción de alcohol vínico en determinadas fases de su elaboración y la de vinos dulces naturales), les dan características distintivas y cuya graduación alcohólica estará comprendida entre 14º y 23º, debiéndose la mayor parte de este contenido alcohólico a la fermentación del mosto inicial.
Dentro de este grupo de vinos se incluyen algunos prestigiosos vinos del mundo como por ejemplo: Porto y Madeira (Portugal), Sauternes (Francia), Tokay (Hungría), Málaga, Moriles-Montilla, Condado de Huelva y Jerez.
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  • LICOROSOS GENEROSOS: vinos obtenidos mediante la práctica tradicional de cabeceos o combinaciones, a partir de Vinos Generosos con Vinos Dulces Naturales o, en determinados casos, con mosto concentrado. Se trata de vinos con distintos grados de dulzor, pero siempre con un contenido en azúcares superior a 5 gramos por litro.
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  • DULCES NATURALES: vinos donde la fermentación se interrumpe al encabezar los vinos (adicción de alcohol vínico al mosto fermentando para aumentar rápidamente la concentración de alcohol). Dentro de esta categoría están nuestros maravillosos vinos dulces como el Moscatel, las Mistelas o el Pedro Ximénez. También encontramos famosos vinos foráneos como los Oportos y los vinos de Madeira. De larga tradición, su calidad no desmerece en nada a la de los vinos del grupo anterior, llegando muchas a veces a superarlos, no solo en calidad sino también en el precio (Oportos Vintages, PX de algunas añadas).
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  • MISTELAS: vino semifermentado de sabor dulce y de color fustes, elaborado con vino mosto macerado con alcohol vínico. El nombre de ‘mistela’ proviene del italiano dialectal mistella, derivado de cerilla , con el significado de ‘mixto’ o ‘mezcla’.
  • ESPUMOSOS NATURALES: Es el procedente de uva de variedades adecuadas que contiene, como consecuencia de su especial elaboración, gas carbónico de origen endógeno, y que al ser descorchada la botella y escanciado el vino forma espuma de sensible persistencia, seguido de un desprendimiento continuo de burbujas.
El gas carbónico habrá de proceder de una segunda fermentación de los azúcares agregados o naturales del vino, realizada en envase cerrado, y el producto terminado deberá tener una presión mínima de 4 atmósferas medidas a 20ºC.
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  • GASIFICADOS: vino al que se adiciona gas carbónico de forma artificial después de su elaboración. A estos vinos también se los llama “frizantes”.
  • DE AGUJA: vinos que por su origen varietal o por su particular elaboración conservan una pequeña cantidad de anhídrido carbónico procedente de la fermentación de azúcares propios o añadidos. Al ser abierta la botella este gas carbónico se desprende en forma de burbujas sin que lleguen a producir espuma. Existen dos categorías: el vino de aguja natural, y por fermentación natural. La presión del gas que contienen, medida a 20ºC, es inferior a tres atmósferas.
  • ENVERADOS: vino producido a partir de uvas que no maduraron por completo a causa de las condiciones climáticas. Esto sucede con algunos chacolí y también con algunos ribeiros. Suelen tener graduaciones alcohólicas entre 7 y 9º.
  • CHACOLÍS: vino blanco de elevada acidez producido a partir de uvas verdes.
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  • DERIVADOS VÍNICOS: vinos aromatizados, vermuts, aperitivos vínicos.
Suelen ser dulces o semidulces, hay pocos secos, y frecuentemente con un elevado contenido alcohólico, que en muchos casos es de adición. Su proceso de elaboración suele ser muy diferente de unos tipos a otros.
2.- Clasificación por edad:
a) Vinos Jóvenes:
Son los que no han tenido ningún tipo de crianza en madera o esta crianza ha sido mínima. Son vinos que conservan mucho las características varietales de las uvas de las que proceden y de consumo ideal en los 12-24 meses después de la vendimia. Es frecuente encontrar a los tres tipos (blanco, rosado y tinto ) como vinos jóvenes.
b) Vinos de Crianza:
Han pasado un mínimo de crianza entre madera y botella. Son vinos que desarrollan, además de las características varietales de las que proceden, otras características organolépticas debidas a este periodo de envejecimiento.
Su consumo ideal varía dependiendo de varios factores, pero por lo general es de más o bastante más largo plazo que los vinos jóvenes (normalmente entre 3 y 10 años, aunque algunos aguantan hasta 20). Los vinos de crianza, en su mayoría, son tintos aunque también hay muchos blancos y es raro encontrar rosados.
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Dentro de los vinos de crianza, según la reglamentación de las denominaciones de origen españolas, hay tres subtipos:
CRIANZA, RESERVA, y GRAN RESERVA. Cada Consejo regulador de las diferentes denominaciones de origen (D.O.) establece unos periodos de tiempo determinados para cada categoría. Los periodos aproximados de la crianza se mueve en estos márgenes:
  • CRIANZA.- Mínimo de seis meses en madera y hasta dos años en botella. Crianza será tanto el vino que tiene un año en madera y otro en botella como el que tiene 18 meses en madera y 6 en botella.
  • RESERVA.- Mínimo de un año en madera y hasta tres años en botella.
  • GRAN RESERVA.- Mínimo de dos años en madera y hasta cinco en botella.
3.- Clasificación por grado de dulce: (*)
a) Vinos secos: Son aquellos que contienen < 5 gramos/litro azúcares.
b) Vinos semisecos: Son aquellos que contienen 5-15 g/l azúcares.
c) Vinos abocados: Son aquellos que contienen 15-30 g/l azúcares.
d) Vinos semidulces: Son aquellos que contienen 30-50 g/l azúcares.
e) Vinos dulces: Son aquellos que contienen > 50 g/l azúcares.